Web de ayuda psicologica a Supervivientes de ASI

El mayor agravante de las consecuencias de haber sufrido abusos sexuales, es el silencio. El silencio deja a la víctima indefensa, más aún de lo que ya es siendo niñ@. Cuando un adulto no legitíma sus derechos, y, o le amenaza con callar, o permite el abuso minimizándo, o no creyendo al niñ@, el menor no puede pedir ayuda, y lo condenan así a vivir una realidad paralela invalidada, pero palpable, que sólo él soporta en silencio, quedando aislado, triste, callado y solo.

Para poder soportarlo, pues como ser indefenso necesita de sus padres y familiares, se valdrá de mecanismos psicológicos de acomodación como la negación, la disociación, el autoengaño, la minimización o la autoinculpación para sobrevivir.

Estas estrategias de urgencia, en cambio, mermarán su desarrollo psicológico, socioafectivo y en ocasiones, escolar, así como su ajuste personal a largo plazo, incurriendo frecuentemente en trastornos psicopatológicos como los de la alimentación, el sueño, estados disociativos, dependencias,somatizaciones,estréspostraumático, baja autoestima, autolísis, intentos y pensamientos recurrentes de suicidio...y pobre ajuste interpersonal en las relaciones con los demás.

Como gato sin uñas, los supervivientes crecen con ciertas disfunciones en su desarrollo que lo hacen vulnerable a sufrir otros tipos de maltrato en su vida adulta, como la violación ó la violencia doméstica.

En ocasiones lo supervivientes crean vínculos afectivos con personas explotadoras, violentas y/o abusivas y manipuladoras, lo que favorece tanto la perpetuidad del abuso como la transmisión generacional del mismo.